El Mercurio.- Un encuentro
de mujeres
amazónicas y
andinas tuvo
como sede la
comunidad de
Estación de
Cumbe.
Sobre el piso cubierto de esteras, las polleras coloridas,
los anacos, las faldas y más prendas de la vestimenta tradicional de
las diferentes culturas de las nacionalidades indígenas, filiales de la
Ecuarunari, se fundieron en el cuarto de una casa de campo, para darle un ambiente más cálido, en la fría hoyada de la Estación de Cumbe.
Eran unas 50 personas, de ellas, sólo seis hombres, entre ellos el
presidente de la Ecuarunari, Carlos Pérez. Así se instaló, ayer, el
Encuentro de Mujeres Andino-Amazónicas, en el que se intercambiaron
reconocimientos por la lucha en defensa del agua y la naturaleza y en
los temas Quimsacocha y el Yasuní, principalmente.
La dirigente Blanca Chancoso, de la Escuela de Mujeres indígenas Dolores
Cacuango, fue la facilitadora del encuentro al que asistieron delegadas
de varias provincias de la Sierra y Oriente.
Las asistentes sacaron a flote
su sentir, resumido en la necesidad de apoyo para avanzar en lo que
consideran una consigna irrenunciable: la defensa del agua, como
sinónimo de vida.
“Nosotros vivimos años amargos, aquí nos han tratado de terroristas, al
compañero Pérez ya lo llevaron a la cárcel pero no renunciaremos a la
vida. Mi pedido es que nos acompañen en la lucha, sólo Dios sabe cuán
largo será esto, o tal vez
el gobierno tome conciencia y nos deje en paz con nuestra agua y
nuestro territorio”, dijo una de ellas, desde el rincón izquierdo del
cuarto de la acogedora casa, hecha de madera y ladrillo.
En la entrada, la “Chacana” o Cruz del Sur, complementaba el cuadro
formado con los rostros de mujeres amazónicas y líderes de comunidades
indígenas que, pintados, se exhibían en caballetes, como parte del
encuentro femenino.
Del debate de ayer se obtuvieron importantes conclusiones que serán
difundidas hoy en la celebración del Yakumama Raymi, “Fiesta de la Madre
Agua” o Día del Equinoccio Andino, en el Parque de La Madre, desde las
10:00.
Presencia shuar
“Ayu atumim mash juipujarmena nuna amikmajrume núa taurmena nuna amik
man, Carlos Pérez, amik Náa ikamputin, li entsari ayan prukta tusar jui
por mena amik majrume”, fue el saludo con el que, en su lengua, se
dirigió a la asamblea el joven activista
Nantu Narankas, de la nacionalidad Shuar, quien afirmó que desde niño
participa en acciones en defensa del agua y la naturaleza.
Aseguró que con su presencia en el encuentro de mujeres quiso mirar de
cerca la valentía de ellas, en una lucha permanente por heredar a las
nuevas generaciones, la vida, a través del agua y la naturaleza en sí.
Desde Bolivia
Procedente de la República
de Bolivia, ofreció una charla a las mujeres ecuatorianas, Guadalupe
Fernández, dirigente del departamento de Oruro, provincia Poopó,
comunidad Queyaqueani Grande.
“En representación de la Red de Mujeres Bolivianas vengo a apoyarles
para hacer una sola fuerza a nivel mundial en defensa del agua y de la
madre tierra. He visto bastante unidad, buenos líderes y pienso que este
accionar va a ir creciendo cada día porque se trata de la vida y del
alimento.
La realidad en mi país es más grave, mucho extractivismo, violencia
contra la mujer, áreas que se han quedado secas, ni siquiera podemos
hacer fosas para recoger el agua lluvia, porque también aquella al tener
contacto con los residuos de las minas llega contaminada”, testimonió.