3 de octubre de 2013

Dolor e indignación por el asesinato de la lideresa colombiana Adelinda Gómez Gaviria

La Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales, recibe con profundo dolor y gran indignación la triste noticia del asesinato de la lideresa Adelinda Gómez Gaviria del departamento del Cauca en Colombia.


Adelinda era una lideresa campesina que dedicó su vida al trabajo comunitario, realizó muchas denuncias en contra de la minería ilegal y trasnacional y la violación de derechos humanos en el macizo colombiano y entre otras tareas en los últimos tiempos impulsó un Foro Minero y Ambiental que congregó a más de 1500 campesinos e indígenas. Adelinda era parte de las organizaciones campesinas CIMA - CNA (Comité de Integración del Macizo Colombiano - Coordinador Nacional Agrario).  Adelinda había sido amenazada un mes atrás para que dejara la lucha antiminera y fue emboscada y asesinada el 30 de septiembre. Las amenazas que recibió vía telefónica son cruciales en la investigación para hallar a los responsables de tan atroz hecho.
parte 
Nuestra Red, conformada por mujeres  de movimientos, colectivos y organizaciones en Guatemala, Honduras, El Salvador, México, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Chile, Uruguay y Argentina donde hay empresas mineras que pretenden también ocupar nuestros territorios, condena el accionar de todo tipo de violencia, pero más aún condena la violencia de los asesinos de cuello blanco que se ensangrientan las manos a través de sicarios. ¿Cuánto puede valer la vida de una madre? ¿La vida de una mujer? ¿Cuánto vale la vida?

Condenamos la inacción del gobierno colombiano  al no prevenir hechos de esta magnitud y, al igual que la mayoría de nuestros países, promocionar la instalación de empresas mineras mientras se asesinan personas que se oponen a ellas  y se ignoran los reclamos de defensa de los derechos humanos, del territorio, del agua, de la vida...

Como mujeres nos solidarizamos con los familiares de Adelinda, abrazamos en la distancia a sus hijos  y reclamamos que se haga justicia por este asesinato. Es imperioso esclarecer los hechos y encontrar a los responsables como así también que se proteja a las personas que hoy se encuentran amenazadas en Colombia y se garantice la defensa de los derechos humanos y del territorio. Llamamos a las organizaciones de mujeres, a las compañeras de Adelinda a protegerse y no dejar que este nuevo crimen quede también impune como tantos otros.

Instamos a las instituciones internacionales de derechos humanos a que sancionen el proceder de estas empresas y los gobiernos que las permiten.

Continuaremos en alerta y vigilantes ante esta triste situación. No permitiremos que el nombre de Adelinda quede en el olvido y lucharemos porque de su sangre germine la justicia.

LA VIDA NO TIENE PRECIO, LA VIDA SE CUIDA Y SE DEFIENDE

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