Una
de las mentiras que las empresas mineras repiten en todos los países donde
pretenden instalarse es que las operaciones mineras se pueden hacer cuidando el
medio ambiente. Realizar minería a cielo abierto y cuidar el medio ambiente es
una contradicción que la realidad permanentemente nos permite constatar.
Tal
es el caso del accidente que sucedió el 22 de agosto en las cercanías de la
ciudad de Hermosillo, capital del Estado de Sonora en México donde volcó un
camión que contenía 16.000 litros de cianuro que era transportado hacia una
mina de oro y plata.
El
vuelco se produjo sobre una canaleta que sirve para trasladar el agua de lluvia
al río Yaqui que esta vez condujo el líquido tóxico hasta el torrente, secando
toda la vegetación a su paso y causando la muerte a varias especies de animales
río abajo. Las lluvias en días posteriores agravaron aun más la situación.
Como
siempre las comunidades las más afectadas
Para
prevenir males mayores las autoridades solicitaron a los pobladores que no se
acercaran al cauce del río, que no utilizaran el agua bajo ningún concepto y en
las comunidades de Onavas y Rosario Tesopaco, en el sur de Sonora, se dejaron
de utilizar los pozos que abastecen de agua potable a las comunidades.
También
se acordó cerrar las compuertas de la represa El Novillo por lo que se redujo
la generación de electricidad en Sonora y Sinaloa.
No
existe el uso seguro del cianuro
La
prensa informó que 10 personas habían tenido que recibir atención médica por
haberse expuesto a los vapores de cianuro. “La contaminación por derrame de
cianuro es grave porque es uno de los tóxicos más potentes que hay”, indicó un
académico del Departamento de Ingeniería Química y Metalúrgica. Incluso en la
Unidad Estatal de Protección Civil, el grupo de trabajo interinstitucional
informó que los análisis que se practicaron a las muestras de agua que se
tomaron de la zona impactada inmediatamente después del accidente resultaron
positivos.
Sin
embargo, la televisión ha repetido casi textualmente mensajes muy tranquilizadores
provenientes de lo que parece ser un comunicado oficial de la empresa
transportadora Posabro SA responsable del accidente.
Quizás
sea esta estrategia de comunicación tranquilizadora lo que aprenden a “manejar”
las empresas que, como ésta, se encuentra certificada con el “Código
Internacional para el Manejo del Cianuro” (ICMI por su nombre en inglés), un
sello creado al amparo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (UNEP) y administrado por una organización en Washington. En síntesis,
una forma más de engañar a la gente haciéndole creer que es posible el uso
seguro nada menos que del cianuro.
Es
de esperar que con este tipo de estrategias no logren engañar al Papa Francisco
que recientemente mostró preocupación por el impacto de la industria minera en
el mensaje enviado el 7 de setiembre a los participantes en la Jornada de
reflexión sobre la industria minera mundial, organizada por el Pontificio
Consejo Justicia y Paz.
Entre
otras ideas, en su comunicación expresaba “no siempre sin motivo la actividad
de las industrias extractivas se ha visto como una explotación injusta de los
recursos naturales y de las poblaciones locales, reducidas, a veces a la
esclavitud y obligadas a mudarse, abandonando sus lugares de origen... La
actividad extractiva, como tantas otras actividades industriales, tiene
repercusiones ecológicas y sociales que pasan de una generación a otra”… y
agregaba “para no repetir los graves errores del pasado, las decisiones hoy no
deben tomarse sólo teniendo en cuenta las perspectivas geológicas o los
beneficios económicos de los inversores y de los Estados.... es indispensable e
inevitable un proceso decisorio nuevo y más consciente que tenga en
consideración la complejidad de los problemas en cuestión en un contexto de solidaridad”.
Lamentablemente
hasta el momento las empresas continúan priorizado sus beneficios económicos
por lo que las comunidades siguen sufriendo por los “errores” de las mineras.
Artículo
elaborado por la Red con información tomada de Primera plana, La Jornada y
UniradioNoticias.com. La foto es de imparcial.com