18 de enero de 2010

III Encuentro de la Red - Santiago de Chile


DECLARACION DEL III ENCUENTRO
DE LA RED LATINOAMERICANA DE MUJERES
DEFENSORAS DE LOS DERECHOS SOCIALES Y AMBIENTALES
Santiago de Chile, 29 de mayo de 2008

Nosotras, la Red Latinoamericana de Mujeres defensoras de los derechos sociales y ambientales, reunidas en Santiago de Chile, los días del 27 al 29 del presente mes y año, procedentes de los países de Bolivia, Perú, Guatemala, Honduras, Ecuador, El Salvador, México, Nicaragua y Chile:
I.               Reafirmamos nuestro compromiso de lucha por la defensa de los derechos sociales y ambientales violentados por las empresas mineras nacionales e internacionales a través de actividades que desarrollan en nuestros países;
II.              Reafirmamos la importancia de la Red Latinoamericana de mujeres como la instancia que canalice esfuerzos contra las acciones de destrucción de nuestra naturaleza atentando contra la vida de las comunidades y de nuestros pueblos;
III.            Desde nuestra identidad de mujeres y nuestro rol de defensoras, protectoras y generadoras de vida, optamos por un modelo de desarrollo sustentable distinto al extractivo,  basado en la cooperación, el amor por la vida y la protección por nuestras riquezas naturales y culturales.

Ante ello:
a)     DENUNCIAMOS, la existencia de una política agresiva de expoliación de nuestra heredad natural en América Latina; además,
b)     DENUNCIAMOS la existencia de una fuerte represión hacia los defensores de derechos sociales y ambientales, la cual se agudiza particularmente en la mujer, quien está siendo objeto de agresiones y amenazas diversas.
Por lo tanto:
1)     CONDENAMOS las acciones sistemáticas de persecución, intimidación, espionaje y amenazas utilizadas por empresas mineras y por los mismos gobiernos, en contra de mujeres liderezas ambientales, tendientes a callar y cesar las acciones de resistencia al flagelo de la minería.
2)     EXIGIMOS a los Gobiernos garantizar la vida de las generaciones presentes y futuras, siendo consecuentes con su obligación de defender la existencia de una vida digna, en la que la mujer conviva en armonía con su entorno. Y, a impedir y prohibir la expansión de actividades mineras teniendo en cuenta los fuertes impactos que para la mujer implican en su rol, además de la desintegración familiar, problemas de salud pública y prostitución, entre otros.
3)     Finalmente, EXIGIMOS se garantice y respete las decisiones plenas y soberanas de las comunidades que deciden optar por modelos propios de subsistencia económica, que no depredan nuestra naturaleza y en consecuencia, rechazan la implementación de las actividades mineras.

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