21 de abril de 2010

Por los Caminos del Ecofeminismo

"Hay dos realidades de nuestros días que nos están urgiendo a un cambio de mentalidad en la manera de percibir y vivir la relación con el cosmos y la relación entre hombre y mujeres: el deterioro del medio ambiente y la violencia hacia las mujeres. Precisamente, con el objetivo de responder al desafío que estas dos magnas cuestiones nos presentan surge la corriente denominada ecofeminista, que analiza la conexión entre la crisis ecológica y la crisis del patriarcado, y que nos plantea que nuestro sueño de otro mundo posible ha de articular la lucha por la sostenibilidad medioambiental con la lucha por relaciones justas y equitativas entre hombres y mujeres.


El ecofeminismo intenta soltar a la vez dos pájaros de una misma jaula, al buscar sanar y liberar desde la escucha los dos gritos que hoy expresan con más fuerza el sufrimiento ecohumano: el grito de la tierra y el grito de las mujeres. Es una perspectiva que indica la relación existente entre dos de los movimiemtos más importantes de nuestra época: el movimiento feminista y el movimiento ecológico, que junto a otros movimientos están sacudiendo las referencias tradicionales en nuestra forma habitual de entender el mundo..."

Geraldina Céspedes, OP
El Límón, Guatemala

18 de abril de 2010

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra - Boletín N° 02

Desde la mirada capitalista, la madre tierra es solamente un bien de uso y cambio, un recurso que se mercantiliza y explota, durante siglos esta forma de concebir a nuestra madre ha predominado en el mundo y a fuerza de espada y fusil se ha impuesto sobre nuestros pueblos.

En toda nuestra América, hemos escuchado centenares de veces como en nombre del desarrollo y el progreso, se han deforestado miles de hectáreas de bosques, se han contaminado incontables fuentes de agua, se han dejado hoyos y pobreza al escarbar las entrañas de la tierra en busca de oro y plata, se han dejado enormes manchas negras a lo largo de la amazonia, se han sacrificado una y otra vez a nuestros hermanos y hermanas, se ha condenado a la pobreza y la contaminación a nuestros pueblos.

Pero lo que nuestros padres y madres siempre han sabido, es que este sistema de explotación y saqueo no podía ser para siempre, no es para siempre. Este saber ha sido transmitido en cada gota de sangre derramada, en cada árbol talado, en cada pueblo explotado y de a poco esta memoria se ha ido articulando. Así nacen los movimientos de resistencia de la India (el movimiento Chipko), la resistencia de las mujeres de Sarayacu en Ecuador, el levantamiento de Tambo Grande en el Perú, la continúa resistencia a las papeleras en la frontera entre Argentina y Uruguay, la guerra del agua en Bolivia y otras cientos de movilizaciones y levantamiento indígenas, campesinos, populares y barriales que nacen cada día en todos los rincones de la madre tierra.
Ninguno de estos movimientos y movilizaciones, ha sido convocado por los Estados en los que vivimos, cada movimiento ha nacido de esa profunda memoria histórica que nos susurra al oído que la tierra es nuestra madre, que somos sus hijos e hijas, que nos recuerda que mutuamente nos debemos cuidado y respeto.