se expresa en el día internacional de la no violencia contra las mujeres
En una
sociedad, dominada por un sistema capitalista patriarcal e inequitativo, la
violencia es una lacra con la cual se reproducen y refuerzan muchas
formas de injusticia en contra de los sectores más vulnerables. Un sistema que
reproduce una violencia de contenido machista y patriarcal, pues no por nada
sus principales víctimas somos dos formas femeninas las Mujeres y la Madre
Tierra.
La violencia
contra la mujer es un fenómeno mundial, que se expresa de muchas maneras:
mujeres agredidas física, psicológica y sexualmente por sus compañeros
sentimentales, feminicidios, trata de personas con fines de explotación
sexual,explotación laboral, tráfico de órganos, tráfico de drogas, abuso sexual
considerado como trofeo de guerra y una violencia hacia la mujer profundizada
por el extractivismo todavía invisible. En Bolivia la situación es alarmante,un
estudio de Organización Panamericana de la Salud (OPS),de enero de 2013, señala
que Bolivia es el país donde más agresiones de género existen, pues el 53% de mujeres
consultadas afirmó haber sido víctima de violencia. Según la FELCC de La Paz,
en enero y febrero de 2013, se registraron cinco homicidios en cuatro las
víctimas son mujeres. Por otro lado, los datos del Centro de Estudios para el
Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), informan que 69 de cada 100 mujeres en
las ciudades de El Alto, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz tienen empleos
informales.
A pesar del
importante avance en Bolivia con la promulgación de la Ley N° 348 LEY INTEGRAL
PARA GARANTIZAR A LAS MUJERES UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA, nos preocupa que
este instrumento legal no logre sus fines, en tanto se mantenga visiones
institucionalizadas en el propio Estado de tolerancia con la violencia a las
mujeres, como ha sucedido en repetidas ocasiones a través de declaraciones
denigrantes en contra de las mujeres vertidas desde las principales autoridades
del gobierno, e incluso un virtual encubrimiento político de casos de violación
y abuso sexual como el del asambleísta de Chuquisaca Domingo
Alcibia contra una humilde funcionaria, que hasta la fecha no ha tenido una
voluntad política para su sanción.
NOSOTRAS,
MUJERES ORIGINARIAS INDÍGENAS DE COMUNIDADES DE LOS DEPARTAMENTOS DE LA
PAZ, COCHABAMBA, POTOSÍ, ORURO, VIVIMOS A DIARIO LA AGRESIÓN Y AMENAZA A
NUESTRA MADRE TIERRA POR PARTE DE PROYECTOS EXTRACTIVOS MINEROS Y TAMBIÉN
HIDROCARBURÍFEROS.
Somos mujeres
que trabajamos en la producción agropecuaria en nuestras comunidades,
garantizando día a día la seguridad y soberanía alimentaria de nuestras familias
y nuestro país. Sin embargo vivimos en la mayor desprotección frente a la
impune contaminación e impactos de las industrias extractivas, que
lamentablemente es apoyado y protegido por las políticas de Estado.
El
extractivismo profundiza la violencia hacia las mujeres y la Madre Tierra
reproduciendo un sistema de opresión y explotación ya que nos despoja de la
tierra, el territorio y sus bondades, genera mayor carga laboral por la
contaminación del agua y el suelo, las mujeres de las comunidades vivimos en
permanente preocupación por la salud y alimentación de la familia, estamos expuestas a acosos y violaciones por trabajadores foráneos, el
extractivismo destruye las formas tradicionales de las comunidades, se
incrementa la desconfianza y hay más violencia intrafamiliar y estamos siendo
criminalizadas por defender a la Madre Tierra y nuestros derechos.
Por ello hoy
estamos unidas en la Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra con fuerza
para luchar contra el saqueo y la explotación de nuestra Madre Tierra por
proyectos extractivos, hacerle frente a las consecuencias ambientales y sobre
todo para eliminar todas las formas de violencia a las mujeres que esto
conlleva. Por la justicia de Género ¡Basta de violencia contra las Mujeres, No mas
violencia contra la Madre Tierra!
Bolivia, 25 de noviembre de 2013
Agradecemos la información enviada por el Colectivo Casa